Si la
cantidad de grandes mamíferos se reduce en un futuro, una "parte
significativa" del ecosistema del planeta podría estar a la entera
disposición de ratas del tamaño de vacas, advierten científicos británicos.
"Los animales evolucionarán con el tiempo a formas que les permitan sobrevivir y
tener descendencia", dijo el geólogo Jan Zalasiewicz, de la
Universidad de Leicester, citado por el diario británico 'The Daily Mail'.
Por ejemplo, en el período Cretáceo, cuando vivían los dinosaurios, había mamíferos, pero eran muy pequeños, del tamaño de una rata, porque los dinosaurios ocuparon los nichos ecológicos más grandes. Una vez que los dinosaurios quedaron fuera del camino, estos pequeños mamíferos pudieron evolucionar en una gran cantidad de formas diferentes.
"Las ratas probablemente podrían llegar a ser al menos tan grandes como el capibara, el roedor más grande del mundo vivo hoy en día y que puede alcanzar los 80 kilogramos de peso. Si el ecosistema quedara suficientemente vacío, entonces ya podrían haber llegado a ese tamaño", indicó el científico.
El mayor roedor extinto conocido, el Josephoartegasia monesi, vivió hace tres millones de años, era más grande que un toro y pesaba más de una tonelada.
El geólogo británico indicó que actualmente ya existen las 'islas de ratas': regiones aisladas donde las ratas introducidas por los seres humanos se convirtieron rápidamente en las especies dominantes. Una vez aparecen allí, compiten con especies nativas y a veces las llevan a la extinción.
'Las islas de ratas' son como laboratorios "para estudiar la evolución futura de los roedores", y "cada uno de ellos va a producir resultados diferentes", señala Zalasiewicz y explica que, así, "en un futuro habrá ratas tanto delgadas como gordas, ratas lentas y pesadas, así como ratas rápidas y feroces, incluso probablemente habrá ratas acuáticas".
Por ejemplo, en el período Cretáceo, cuando vivían los dinosaurios, había mamíferos, pero eran muy pequeños, del tamaño de una rata, porque los dinosaurios ocuparon los nichos ecológicos más grandes. Una vez que los dinosaurios quedaron fuera del camino, estos pequeños mamíferos pudieron evolucionar en una gran cantidad de formas diferentes.
"Las ratas probablemente podrían llegar a ser al menos tan grandes como el capibara, el roedor más grande del mundo vivo hoy en día y que puede alcanzar los 80 kilogramos de peso. Si el ecosistema quedara suficientemente vacío, entonces ya podrían haber llegado a ese tamaño", indicó el científico.
El mayor roedor extinto conocido, el Josephoartegasia monesi, vivió hace tres millones de años, era más grande que un toro y pesaba más de una tonelada.
El geólogo británico indicó que actualmente ya existen las 'islas de ratas': regiones aisladas donde las ratas introducidas por los seres humanos se convirtieron rápidamente en las especies dominantes. Una vez aparecen allí, compiten con especies nativas y a veces las llevan a la extinción.
'Las islas de ratas' son como laboratorios "para estudiar la evolución futura de los roedores", y "cada uno de ellos va a producir resultados diferentes", señala Zalasiewicz y explica que, así, "en un futuro habrá ratas tanto delgadas como gordas, ratas lentas y pesadas, así como ratas rápidas y feroces, incluso probablemente habrá ratas acuáticas".
"Las ratas son uno de los mejores ejemplos de una
especie a la que hemos ayudado a expandirse por todo el planeta, y que se ha
adaptado con éxito a muchos de sus nuevos entornos", dijo el
científico.
El gigantismo es una respuesta evolutiva bien conocida que
se produce cuando una pequeña criatura ocupa un nicho ecológico dejado por una
especie más grande.
Zalasiewicz opina que las ratas podrían tener una gran
influencia en el futuro geológico de la Tierra y con el tiempo podrían producir
algunos descendientes peculiares.